En días pasados recibió el Gobernador Electo de Michoacán una propuesta de Salud Mental Comunitaria integral elaborada por expertos. 

18 de agosto de 2021.- El conocimiento es una forma de resolver problemas, ya que con información actuamos de forma ética y con un mínimo margen de error. El Gobernador Electo Alfredo Ramirez Bedolla tiene en su poder y es de su conocimiento una propuesta de Salud Mental para la atención psicológica en 335 centros de salud, en los 113 municipios del Estado, con profesionales de la psicología y con ahorros económicos importantes, atendiendo la Ley de Salud Mental del Estado de Michoacán, por lo que su respuesta dará una orientación a las políticas del saqueo, o las que centralizadas en intereses de unos cuantos. La salud mental es un asunto de políticas públicas y se requiere la colaboración de los profesionales de la psicología para lograr atenciones como en comunidades europeas civilizadas. La salud mental no solo es ausencia de enfermedad, es empoderar las capacidades, decisiones y comportamientos de las personas, la salud mental es salud social, es vida.    

La Organización Mundial para la Salud ha observado que alrededor de 60% del presupuesto de salud mental se destina a los hospitales psiquiátricos, como una clara muestra de las políticas públicas arcaicas con las que se sigue ejerciendo el poder en nuestras comunidades. La OPS observa que en los países de ingresos bajos, en especial, agravan su carencia de recursos al asignar los escasos fondos a hospitales psiquiátricos, por lo que la psiquiatrización de los servicios de salud mental es obsoleta, ya que se ajustan los servicios a la medida de esos especialistas y no de acuerdo a las necesidades de las personas en sus comunidades. Esto significa que quedan desatendidas las personas con los problemas de salud mental más comunes, como los trastornos por depresión, ansiedad y otros que se pueden atender de manera eficiente en un entorno comunitario con psicólogos locales, con propuestas de psicología aplicadas al entorno comunitario. 

Como en el caso de Michoacán, el presupuesto en salud no se ve en los servicios de salud mental, es urgente realizar un ajuste administrativo, financiero y operativo para atender a personas con discapacidad intelectual, niños, adolescentes, adultos y mujeres que requieren servicios de psicología científica en sus mismas comunidades y como parte de política públicas modernas.

Invertir en hospitales psiquiátricos va en contra de las recomendaciones de la OPS/OMS, que recomienda su cierre, propone la prestación de servicios integrados para las enfermedades mentales en un entorno de atención primaria o en hospitales generales, acompañado de apoyo social. Esto no solo es más costoeficaz, también implica que es más probable que aquellos afectados por enfermedades mentales busquen tratamiento porque se facilita el acceso a servicios locales que no conllevan la estigmatización y el aislamiento que muchas veces se asocian con los hospitales psiquiátricos. Otros problemas que se pueden resolver al atender desde la psicología científica es que se evitan los malos tratos, crueles o degradantes que se generan en los centros de atención psiquiátricos. 

En fecha reciente realizamos un diagnóstico de necesidades con psicólogos de la Secretaría de Salud, sobre sus condiciones laborales, con la intención de incidir en el mejoramiento de las condiciones de nuestro gremio, usando el siguiente link pueden seguir participando https://forms.gle/m9SPZ2UndotdXWsP8 

Casi todas las psicólogas que han participado opinan que trabajan precarizados y sin condiciones edilicias ni estructurales, por lo que la pregunta es dónde está el recurso que dicen que se ha destinado a salud mental, al menos en los centros de salud es inexistente, ya que no hay espacios de psicología, ni insumos ni materiales para los pacientes.  

Un contrasentido es realizar inversiones para psiquiatrizar la atención sin considerar las necesidades de la población, sus contextos comunitarios y su normatividad interna, por lo que medicalizar la subjetividad humana es un atentado contra los derechos de las personas, sobre todo de niñas, niños, jóvenes y mujeres.